Resumen: Se fijó un precio del menú usuario día y se preveía la modificación si hubiese una variación en más o menos de un 20% o más en el número de los usuarios de comedor de un sublote. No se prorrogó el contrato y hubo un acuerdo de continuidad dado que se tenía que garantizar ese servicio esencial. En 2020-2021 se produjo una disminución del número de comensales superior al 20%. Al acuerdo de continuidad se le debió aplicar las normas del contrato, que contenían esta fórmula de reequilibrio económico. Y todo ello en base al principio de buena fé y de prohibición de enriquecimiento injusto.